18 diciembre 2006

Reflexiones de una voyeur con jamón

Cuando las circunstancias te obligan a esperar a alguien en un bar, en dicho bar no hay periódicos y lo único que llevas en la mochila son unos cuantos regalos no legibles, te dedicas a mirar al personal. Porque no queda más remedio. Y porque además eres una voyeur.

Resultado de haber sido muy expeditiva a la hora de comprar obsequios, tengo unos buenos 45’ para disfrutar de mi cafecito a 1,80 euros, y de mirar a la gente, un domingo de diciembre en el Zurich. Para quien no sea de Barcelona o zona de influencia, uno de los bares más clásicos de la ciudad, redivivo luego de haber sido pasto de bulldozers y reconstruido como parte de una galería comercial. En su terraza se dan la mano guiris en busca de descanso para sus pies agotados, parejas sesentañeras de las de toda la vida, y hasta un par de gafapastis que pasaban por allá.

Hoy la terraza luce poca gente. El frío aprieta. Incluso en el interior, donde no oso quitarme el abrigo.

En diagonal, atravesando Plaça Catalunya, está el Corte Inglés, famoso templo densamente visitado, en épocas navideñas o no. Pero en medio, delante de mis narices, una mesa aloja a una pareja de amigas entradas y pasadas en años, de las de gafas con cadenilla y foulard colorido que no pega con la ropa. Aunque eso no sería lo que hace que no pueda apartar la vista de una de ellas. No. Son sus cejas. Sus no-cejas, para ser más claros. Nunca entenderé esa manía de depilarse las cejas, para pintarse encima con delineador o simple rotulador, una línea curva ascendente y descendente . Supongo que te entra cuando te atacan las canas, tiñendo de blanco vellos y cabellos. Para mí, no deja de ser una impostura hilarante, como el bigote de Groucho Marx.

A mi izquierda hay un grupo de señoras sorbedoras de chocolate deshecho, con tinte y peinado que denotan peluquería semanal. Las camisetas que portan lucen más brillos que todo el oro del Perú.

A mi derecha, un matrimonio mayor. Mayormente aburridos. Sólo han abierto la boca para pedir un café con leche ella, y un café solo él. Les observo y compruebo cómo, el paso de los años, hace que las parejas se vayan pareciendo (¿a la misma velocidad que crece el tedio?) Este par tiene la misma nariz. Son bajitos. Estilo regordete sobre pies pequeños. Milagros del equilibrio.

Mientras escribo, las amigas amantes de la depilación cejil se han marchado. En su lugar, un hombre de barba blanca, modelo Hemingway pero con chubasquero marca Tribord, toma café en compañía de una mujer que bien podría ser la suya propia. Ella tampoco se ha quitado el abrigo. Ni el abrigo ni el bolso, que lleva cruzado por delante y que sujeta firmemente con una mano. Tampoco entenderé nunca cómo se puede tomar tranquilamente un café con la mano aferrada a un bolso que además tienes cruzado haciendo presión en el intermedio tetil.

Confirmado: Hemingway, además de comprar en Decathlon, es el marido de la que teme perder el bolso: llevan el mismo anillo en el anular, el derecho de él, el izquierdo de ella. Y yo me pregunto ¿En qué mano se lleva el anillo de matrimonio? Y no hallo respuesta.

Observo sin pudor la camiseta estampada de leopardo de una de las vecinas adoratrices del chocolate. El diseñador del horror estará satisfecho, incluso habrá muerto feliz luego de parir semejante contaminación visual: brazos de leopardo, torso de flores en tonos verdes, ribeteadas de lentejuelas doradas. Pienso que alguna gente diseña para vengarse del mundo. Y lo peor de todo es que otra gente va, lo paga y se lo calza. Es triste: a determinada edad, las mujeres comienzan a depilarse las cejas y a vestir modelitos estampados estilo fauna salvaje. Y con doraduras por doquier.

Pienso también que debería de haberme traído algo para leer.

Pienso.....

Pienso que me voy al verano en unos días. Que pasaré las fiestas en el culo del mundo, comiendo turrón a 35º y poniéndome ciega con la mejor carne del mundo asada por el mejor asador del mundo: mi padre. Y pienso que le debo mucho a mi sexto sentido que me aconsejó no comprarle billete a Air Madrid. Y que este 2006 ha sido un poco mejor que el 2005 (no hacía falta mucho para mejorarlo). Que conocí a alguna gente fantástica. Que vencí mis temores de pato disléxico y me lancé a tomar clases de tango. Que me da igual si me quieren poquito o mucho, mientras yo siga queriendo. Que Marcos sigue en el hospital, pero que está con nosotros cada día. Que he vuelto a descubrir el gusto por la escritura gracias a esta web. Al dueño de la web. Que no hay nada mejor que un buen vinito compartido. Y que el 2007, el 2007.... tendrá que ser aún mejor. Digo yo.

PD: esta semana me han hecho la feliz más mujer del mundo (o la mujer más feliz del mundo) Además de un lote buenísimo que nos ha dado la empresa, por primera vez en toda mi vida, alguien me ha regalado............un JAMÓN. Casi lloro de la emoción. Ahora tendré que ver cómo hago para cortarlo. (Aunque esto no será difícil, me surgirán pretendientes por todas las esquinas)

Dicho lo dicho, suenen saxos, violas y charangos: ¡¡¡feliz lote y feliz lotería, amigos!!! Que es lo que nos hace ilusión por estas fechas. Y que si a alguien le toca la suerte, que comparta su felicidad. Conmigo por ejemplo, que la felicidad se multiplica cuando es compartida.

¡¡Bienvenido el 2007, a disfrutarlo!!

14 diciembre 2006

Triste es pedir pero más triste es ligar por internet

Hace un tiempo, afectada por una ruptura reciente, la pérdida de mi madre, y la súbita atracción que había empezado a sentir por un compañero de trabajo casado y con niños, decidí dar un giro a mi vida. Sentimental, digo. Más que nada, un giro en la estrategia de ligoteo. No más bares. No más salidas con los colegas del curro. No más amigos de amigos de amigos. Nada de eso.

El mundo se ha vuelto virtual y lo ha invadido todo. Hasta conocer a naranjas que busquen, aparentemente, lo mismo que tú. Así que yo, borriquito como tú, tururú, me apunté a un servicio de esos que te “ayudan” a encontrar al príncipe o princesa que, según todos los creativos de la web en cuestión, te está esperando delante de una pantalla...(en alguna oscura habitación, con una mano en el teclado, y la otra Dios sabe dónde)
No, no soy yo, pero me parezco. Por las gafas, digo.

Bienvenidos a la era digital.

En apenas 7 días (oferta de prueba gratis, ya que no pensaba pagar para contactar con nadie), conocí virtualmente a varios tipos. Que valieran la pena conocer, poquitos. Poquísimos. Y menos aún después de haber quedado con alguno de los supuestos valedores de la pena.

Meses más tarde, una tarde aburrida en casa, gracias a otra oferta de 3 días gratis, decidí volver a activar mi búsqueda. Y, aparte de conocer a un caso perdido y a un chico majo, tuve un encuentro cercano con un cierto personaje.

Lo que sigue es lo que hubo. Real hasta en la mínima coma.

5 de agosto, 13:39 hs.
Recibo un guiño virtual de alguien que quiere conocerme. Antes de responder, entro en su perfil para saber quién está interesado en mí. En la ficha, sin foto con qué juzgar (yo soy así de superficial), el tipo se presenta y expone lo que anda buscando:

43 años. Hombre. Barcelona. Buscando: mujeres 35 a 45
Anárquico, serio, irónico y con ganas de volver a intentarlo. Ex- progre de los ochenta pasado al gusto por las marcas (lo confieso) y a las veladas en casita.
Sobre todo, que hayas superado, por fin, la adolescencia emocional (y la otra, claro). Por lo demás, guapita de cara, sensible, inteligente y reacia a ver la tele.
Esas cosas deberían decirlas los demás. De todos modos, creo que mi imagen se compadece poco con mi visión del mundo: soy bastante más conservador que mis tejanos rotos.

Si bien el perfil no acababa de apasionarme, había aprendido que las letras muchas veces dicen bien poco de las personas. Así que, como una es de natural educada, le envío un mensaje de agradecimiento. Tras lo cual, se sucede un diálogo virtual en el transcurso de 1 hora, de un sábado caluroso de agosto.

13:45 - Servidora
Soy reacia a ver la tele (de hecho creo que se va a suicidar: Hace 3 meses que nadie le hace caso), guapita de cara no sé. Pero al menos educada como para dar las gracias por el envío de algo tan sencillo como un guiño ;-) Besos.

13:45 - Tipo en cuestión
¿Aceptas citas a ciegas para tomar cafeses?

14:01- Servidora
Bueno, no del todo a ciegas...Antes preferiría intercambiar algún mail. ¿Y si resulta que nos caemos fatal por escrito? ¿Cómo aguantaríamos face to face con un café de por medio?

14:05 - Tipo en cuestión
Qué debería hacer, pensar o aparentar para caerte fatal?

14:09 - Servidora
No sé, chico, pero eso de quedar así sin saber ni siquiera si el tipo en cuestión sabe poner las comas en su sitio... ( ;-) ) O si resulta que le van las chanclas con calcetines. O adora el agropop. O su grupo favorito es La oreja de Van Gogh. O no puede dormir sin antes leer unos versículos de la biblia. O quizás sea un forofo de los reality shows. Ves como hay cosas....

14:14 - Tipo en cuestión
¿Me has detectado algún problema con las comas?

14:18 - Tipo en cuestión
Es que soy escritor profesional, y por eso no me gusta trabajar gratis.

14:18 - Servidora
Ja. Y yo Scarlett Johanson.

14:24 - Tipo en cuestión
Es una profesión de muertos de hambre, no sé por qué os impresiona tanto a los de fuera del oficio. En fin, ¿qué más quieres saber sobre el tipo en cuestión?

14:26 - Servidora
No me impresiona. Mi padre es periodista. Conozco el ambiente plumilla. Y por eso mismo que un tipo que escribe se limite a juntar 5 palabras a la hora de intentar una cita, me parece raro.

14:36 - Tipo en cuestión
Oye, ¿te has fijado en la tabla de la izquierda? ¡Te encajo en absolutamente todo, menos en el asunto de los bichos de compañía!

14:40 - Servidora
...eso es porque tú no pides nada ;-) Así claro que va a coincidir. Por cierto, oportuno giro a 90º

14:50 - Tipo en cuestión
Bueno, que también exista alguna probabilidad de no tengamos absolutamente nada en común, tampoco me deja indiferente. Por lo demás, puedes sumar a las virtudes que ya me has adivinado el que soy uno de los fachas oficiales de la prensa catalana.

14:52 - Tipo en cuestión
99 999 99 99 (no sería acertado publicarle el teléfono, sólo era un ligón buscando rollete para el sábado noche...facha, vale, pero entre los ligones tiene que haber de todo)

15:00 - Servidora
???????????????????????????????????????????????????????????

15:04 - Tipo en cuestión
El "Asunto" no era el código de una cuenta secreta en Suiza, sino mi número de teléfono, 99 999 99 99

15:02 - Servidora
xxxxarrobaxxxxxxpuntoes me estoy yendo a la playa (tampoco me apetece publicar mi e-mail, en otra ocasión, tal vez, cuando vuelva a la caza y captura de naranjas...)

Y me fui a la playa. Y no tuve más noticias de este sujeto hasta 3 días más tarde. Imagino que el rollete conseguido para el sábado no le había acabado de cuajar, y por eso intentó volver a la carga.

8 de agosto, 10:25 - Tipo en cuestión
¿Lo nuestro terminó? Eooo! ¿Estás ahí?

No, no estaba. Ni siquiera había sentido la mínima pulsión de llamarle. Quizás aborté de cuajo una estupenda oportunidad de enrollarme con alguien y explotarlo luego en los tomates adecuados.

Lo que está claro es que hay millones de tipos en el mundo. Y no sé por qué extraña razón, atraigo a los ejemplares más bizarros.

06 diciembre 2006

¡¡¡No al intrusismo laboral!!!

Vaya semanitas de agotamiento. Mental.

Nunca se me dieron bien las cuestiones contables, incluso fue la peor nota de todo mi historial estudiantil.


Contabilidad, en 3 año del secundario (desconozco cómo traducir eso al español de España, ¿2º de BUP, 1 de ESO?), fue la gran vergüenza que aún acarreo. Tiempo por interés por noséqué dividido por unidad de tiempo, y trabalenguas similares que había que aprender, y que jamás me interesaron porque contar dinero no era mi vocación.

Algunas veces me pregunto por qué mi formación secundaria fue tan completa, para finalmente llegar a no saber casi nada de nada. A mí me tocó, luego de superar un examen de ingreso para un colegio público, estudiar 2 idiomas extranjeros (inglés e italiano en mi caso, latín y francés en otros) Teníamos física, química, dibujo, biología, psicología, lógica y filosofía, además de las consabidas matemáticas, historia, geografía, música, lengua y literatura. Y encima, en 3º, nos metían Contabilidad con calzador.

Entonces me sumerjo en el túnel del tiempo y aparezco unos cuántos años más tarde, como responsable de facturación d
e todo un congreso con 1500 asistentes. Too much.

Así que me he pasado 2 semanas a full facturando, buscando descuadres, haciendo abonos y sumando y restando IVA’s. Yo, del departamento de marketing....


Estuve al borde de lanzarme en picado por la ventana de la oficina, pero los malditos edificios inteligentes son tan listos que evitan las tentaciones suicidas impidiendo que las ventanas se puedan abrir, y con unos cristales que ni el increíble Hulk podría traspasar.

Pensé también en intentar ser abducida, pero como no soy muy dada a esoterismos, los extraterrestres pasan de mí. Y no sé si funcionaría de la misma manera si te abduce el vecino, por un decir (el mío igual podría, que va hasta el culo de maría y se le queda una mirada de zombi que pasaría por habitante de Neptuno)


Pero nada, no habiendo resultado efectiva ni siquiera mi cara de penita, me enclaustré en mi silla hasta encontrar los 15.000€ de descuadre (una nadería)

Y puedo asegurar y aseguro que no le deseo esta pesadilla a nadie. A nadie que no haya estudiado algo mínimamente relacionado con la contabilidad o la auditoría. Porque a los contables/auditores seguro que les mola buscar descuadres. Es más: los desean ávidamente, disfrutan con ellos.


Pero como no todo van a ser penas, sobrecargas de trabajo y descuadres financieros, aquí les presento el regalo que nos han hecho en la empresa como agradecimiento por nuestra contribución al éxito del congreso:

No sé que decir. Bueno, sí supe. Dije “gracias, no hacía falta”. Y de hecho no, no la hacía...

PD: pero como es de bien nacido ser agradecido, y en honor y loor a la verdad verdadera, expongo: también nos han dado 3 días de vacaciones y algo de dinerillo como compensación a los servicios prestados, que no todo va a ser DKNY ideal para cincuentonas.