16 octubre 2007

Naranjas de la China


Desde el 26 de septiembre estaba a regimen. Regimen de internet. Inexistencia, mejor dicho. Al cambiar de operador, el nuevo, La Naranja Fantástica, ha tenido a bien fomentar la lectura y las relaciones interpersonales cara a cara (o cuerpo a cuerpo). Todo eso que la pérfida internet nos había quitado.

Hoy, sorpresas te da la vida, acabo de llegar a casa y me encuentro conque aleluya el Dios Naranja existe (y el cable de Telefónica es su profeta)

Habemus Internet.

Qué dure

PD: Perdón por mis ausencias de comentarios en blogs ajenos. Sin internet en casa y con los atentos suecos que mueven los hilos de mi trabajo y que decidieron bloquear el acceso a blogspots, flickrs, photolog y todo lo que suene a recreo del trabajador, era imposible comentar nada. Poco a poco me iré poniendo al día.