29 noviembre 2007

Apio verde tu mí


Prólogo

Como cada 24 de noviembre, este sábado pasado fue mi cumpleaños. Sería divertido poder cambiar: un año cumplirlos un 13 de abril, al siguiente un 5 de julio, después un 25 de octubre. Claro que todos los astrólogos se quedarían sin trabajo, al no existir ningún rasgo de ningún signo ni ascendente que marque de por vida tu ídem. Pero eso es un mal menor. Un poroto al lado de lo divertido que resulta soprender a la familia y amigos con un día de cumpleaños diferente cada año.

Pero mientras, este año, mi cumple siguió siendo un 24 de noviembre.

La sopresa

Ante la disyuntiva de "paso mi cumple con mis amigas de siempre o con mi churri", decidí imponer la salomónica solución de salir el viernes 23 con mis amigas, y pasar el 24 con mi naranja entera. Claro que era el primer cumple que compartía con mi naranja, por lo que, para evitar problemáticos malentendidos, quise reservar un hotelito para ir en plan retiro nada espiritual. Pero mi churri no me dejó, que no, que ya iremos, que sobre la marcha, que parece mentira, a ver si te olvidas de que tu vida no es tu trabajo y dejas de planificarlo todo al milímetro (de esto último me acuso yo misma)

La última semana la pasé excrutando cada movimiento o frase de mi churri que me diera a pensar que podía estar ocultando algún plan sorpresa. Incluso fue tema de conversación y análisis en la habitual comida diaria con mis colegas de curro.

Ayyyyyyyyy (ay de vergüenza ajena), cómo somos de brujas las mujeres.

Al final, llegado el sábado, montadas ambas naranjas en el coche, dirección pueblo donde quería reservar hotel, comida en el pueblo de marras, va y me sugiere de acercarnos al dicho hotelito, a ver si quedan habitaciones...... con la reserva en mano de hacía 3 semanas.

Ayyyyyyyyyy (ay de derretimiento)

Y subimos a la habitación. Y entramos.

Ayyyyyyyyyyyyyyy (ay de me temo lo peor)

Y resulta que nos han dado la puñetera habitación de paralíticos (o minusválidos en politicamentecorrecto language). Con las barandillas al lado del wáter....

Ayyyyyyyyyyyyyyy (ay de desilusión)

....con la puñetera ducha con silla....sin bañera. Snif. Snif. Snif. (Porque ustedes no se dan una idea de lo que se llega a echar de menos una bañera cuando se tiene un plato de ducha, pequeñito, en el cual la cortina es tan cariñosa que no deja de darte abracitos) Adiós baño sensual a dúo en bañera de hotel.

Ayyyyyyyyyyyyyyy (ay de soy una pesada, lo sé, pero lo voy a decir igual)

Yo: cariño, por qué no bajas y miras a ver si nos pueden dar otra habitación.
Él: ...........................................
Yo: va, diles que es mi cumple, que además es verdad, que es mi regalo, anda, porfa.
Él: vale, voy.
Yo: :-))))))))))))))))))))))
...................... (5 interminables minutos)
Él: me dicen que no hay nada. NADA. Que está todo lleno. Que lo sienten.
Yo: :-(((((((((((((((((((((

Ayyyyyyyyyyyyyy (ay de me conozco, a ver si me callo la próxima vez, que es su regalo, te trajo a donde querías, y tú de morros porque la habitación no tiene bañera ni balcón)

Epílogo

No quedaban más habitaciones porque el hotel estaba invadido por hordas del Imserso. No sé de donde sacan tanto viejo, y lo que es peor (y creo que hasta denunciable): por qué los jodidos jubilados viajan en fin de semana, cuándo tienen 5 días y sus noches para llenar todas las habitaciones con bañera y balcón de todos los hoteles de ese pueblo y hasta del país y del mundo sin necesidad de relegarnos a los pobres currantes que sólo disponemos de un sábado y un domingo a las habitaciones de paralíticos que no tienen ni bañera ni balcón.

Y la de años que me quedan todavía para jubilarme y dar por culo de la misma manera a los pobres currantes....

Postdata

Luego de una cena romántica en un restaurante vacío (sólo nosotros y la encargada, ni siquiera un vulgar Kenny G. de fondo para disimular el silencio, y eso que yo había estado antes y el sitio solía estar lleno), posterior cogorza en el bar del hotel gracias a unos margaritas servidos en litrona, dije algunas tonterías en el ascensor y no me acuerdo más. Parece ser que la cama de paralíticos al final se puso contenta de recibir tanta marcha.

Postdata (personal, privada e intransferible)

Nos acordaremos de este cumple. Por la sopresa. Por el fantástico desayuno del hotel (de verdad de la buena). Por la cena privada (ja). Por los margaritas en barreño. Por el pianista del bar. Por el entorno juvenil (ya sé que querías que no me sintiera vieja) Bien. Pero el próximo año cumpliré en julio, y nos iremos a la playa o algo (anda, que entonces será el tuyo......)

05 noviembre 2007

Necesidades

Ha llegado el momento de seguir hurgando en el pasado, revisitada ya mi experiencia laboral, ¿por qué no adentrarse en el fantástico mundo de lo que no fue?

Se trata de las entrevistas de trabajo que tuve y que por H o por B no fructificaron en contrato.



Los caballeros se desfogan

Anuncio en La Vanguardia: Se necesitan masajistas para centro mixto. Se da formación. Horarios flexibles.
Edad de la lectora del anuncio: 23 años
Inocencia y curiosidad: al 50%

Con estos ingredientes la gatita se pone en marcha, dirección Av. de Roma.

Finca regia, ascensor amplio, piso alto, hall espejado, puerta que se abre y asoma señora/ita envuelta en vestido rojo y bufanda plumífera al cuello.

Para una lectora de novela negra tipo Chandler, no había lugar a duda alguna: me encontraba en un puticlub. Pero no era cuestión de salir por piernas ofendida cual dama de abolengo y provecho. Más que nada porque lo que sentía la gata era más curiosidad que ofensa o vergüenza.

No recuerdo con detalle lo que la madama me explicó. Venía a ser algo así como un centro de relax de caballeros, mixto porque los que venían eran caballeros y las que les atendían damas (o eso es lo que se les presuponía), se trataba de proveer masajes a los dichos caballeros, sin contacto sexual pero teniendo en cuenta que a los caballeros, cuando se les masajea, les entra una necesidad de desfogarse que por supuesto la dama masajeadora ha de procurar satisfacer. Con las manos, para entendernos. ¿La formación? Bueno, sí, entre las compañeras nos formamos. Y pensé yo ¿cómo aprendemos a desfogar al caballero si practicamos entre damas? Lo pensé pero lo callé.

La madama me intentó convencer de las bondades del puesto (horario flexible, ganancias rápidas y sin impuestos, etc) al tiempo que yo iba abriendo la puerta del chiringuito con una sensación interna de "ya te vale, gata curiosa".


La creatividad está en todas partes

En tiempos pre-internet-masificada, leo un anuncio en La Vanguardia (qué se le va a hacer, pero todos los anuncios de trabajo los publican ahí) en el que piden operadoras con altas dosis de creatividad, aficionadas a la lectura, para escribir textos en el ordenador. Horario de 9 a 14. Vamos, que al anuncio sólo le faltaba que pusiera mi nombre.


Allá va la gata, emocionadísma hasta la punta del bigote, rumbo a una oficina en un edificio de Urquinaona. El corazón le late a 180 km/h, sabe que ese puesto es suyo, que lo han hecho para ella. Toca el timbre de la oficina, un ligero temblor en el labio superior le delata los nervios. Se abre la puerta.


Una mujer de unos 40 años super bien llevados, vestida como para ir de fiesta por la zona de Santaló y perro blanco en brazo (de la variedad "perro-cara-de-cerdo") me da la bienvenida con un nada disimulado acento francés. Paso entre una gran mesa con varios ordenadores encima y chicas sentadas al teclado. Llegamos hasta un despachito. La mujer deposita al chuchocerdo en el suelo, se sienta a un lado de la mesa, me indica que me siente, se cruza de
piernas y procede a informarme.


Se trata de responder por ordenador a tipos con necesidad de entablar algún tipo de relación a distancia. Es decir: escribirse con tipos salidos y hacerles creer lo que una quiera, para que se sigan enrollando y paguen, porque la conexión al servicio es de pago, y va por minutos. Más tiempo los tienes enganchados babeando con lo que les cuentes, más ricos nos haremos. Vale todo, pero mediante palabras. Lo que tienes delante es una pantalla de texto, ni tú les ves, ni ellos te ven. ¿Qué te parece?


Y qué podía yo decir. Excitar con palabras a señores necesitados de este tipo de relación. Mmmmmmmmm. No es el trabajo ideal, pero es de media jornada, y va estupendo porque la facultad es por la tarde y queda a 4 pasos. Mal no pagan. Y para una precoz lectora de El amante de Lady Chaterley, no puede ser complicado. Además, el sitio no se ve mal, quitando el perro, que da grima.


Así que, habiendo analizado todo esto en 4,5 segundos, inusitadamente salió de mi boca un "Mmmmm, lo pensaré"


La mujer me entregó una tarjetita de contacto, con la recomendación de que no tardara mucho en responderle.


Y pasó 1 día, 2, 3. No sé por qué recatada razón no me acababa de lanzar. Y cuando lo hice, llamando a la francesita del chucho, resulta que ya tenían alguien para el puesto.


Y esta gatita perdió una estupenda oportunidad para entrenarse y terminar ganando algún premio tipo sonrisa vertical.


PD: ahora que lo pienso, vaya maneras de desfogarse que tienen los caballeros. O se dejan masajear por fulanas, o se dejan engañar por atorrantas con dominio de la fantasía y del Word........