20 julio 2007

Lo que el viento se va llevando

Esto de entrar a leer los diarios en internet sin tener noticias de las últimas noticias (válgame lo redundante) no me sienta nada bien.

Hace un par de días, va una y enciende el ordenador al llegar al curro. Nada, la rutina acostumbrada: usuario y password del ordenador, conectar el Lotus con su usuario y su password, pinchar el ícono del Explorer, darle a "OK" en la pantalla de advertencias acerca de los paseíllos por el mundo www que no sean estrictamente necesarios para el diario trabajar, y abrir la página de La Vanguardia...

...y encontrarme con un escalofriante accidente de avión en Brasil. De un vuelo que venía de Porto Alegre. Joder. Una compañera de trabajo es de allí, y allí vive toda su familia. Voy a su mesa y me la encuentro lagrimeando. Lagrimeamos las 2.

Y ahora, al llegar a casa, fue abrir el Clarin on line y encontrarme con esto en portada:

Mendieta acertando como siempre (por cortesía de Página/12 y Daniel Paz)

Joder.

En Argentina era imposible no conocer a Fontanarrosa. Porque publicaba en el diario más vendido, porque su Inodoro Pereyra o su Boogie el Aceitoso marcaron época. O sus cuentos. O sus colaboraciones con Les Luthiers...

Snif. Que me voy a lagrimear debajo del sofá.

Prometo no entrar en periódicos online una temporadita. Snif.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad que me sorprendió mucho. Una pensaba que Fontanarrosa iba a sobrevivirnos a todos por generaciones y generaciones. Qué sé yo.

Esa imágen de Mendieta me parte el alma :(

Besotes

Lagata dijo...

A mi me soprendió también, no sabía que estaba enfermo.
Para mí era una figura como de la familia, un tipo cercano, tierno, con un sentido del huor fenomenal.
Al menos, en casos como éste, podemos decir: nos queda su obra.