Naranjas de la China
Desde el 26 de septiembre estaba a regimen. Regimen de internet. Inexistencia, mejor dicho. Al cambiar de operador, el nuevo, La Naranja Fantástica, ha tenido a bien fomentar la lectura y las relaciones interpersonales cara a cara (o cuerpo a cuerpo). Todo eso que la pérfida internet nos había quitado.
Hoy, sorpresas te da la vida, acabo de llegar a casa y me encuentro conque aleluya el Dios Naranja existe (y el cable de Telefónica es su profeta)
Habemus Internet.
Qué dure
PD: Perdón por mis ausencias de comentarios en blogs ajenos. Sin internet en casa y con los atentos suecos que mueven los hilos de mi trabajo y que decidieron bloquear el acceso a blogspots, flickrs, photolog y todo lo que suene a recreo del trabajador, era imposible comentar nada. Poco a poco me iré poniendo al día.
6 comentarios:
Pues nada. Bienrecuperada, oiga.
"Qué dure"
Va sin tilde, doña filóloga...
¿En qué estaba ud. pensando?
Estaba pensando en ponerlo entre signos de admiración: ¡Qué dure!
Pero se me olvidó.
Y qué (con acento) es eso de ponerse a corrector de tetxos? Que (sin acento) lo suyo son los pingüinos ;-)
Besos (y no se me pase de vueltas con las pastillitas que le da la tipa esa)
Yo ahora estoy rer adicto a internet y firmar blogs, porque hace dos dias que tengo ADSL :p, jajaja. Asi que espero tus comentarios, que yo estare pasando por aca seguido.
Besos, espero ser bienvenido
ja! te descubrí
No, no, no, no y no. Vos NO te das una idea de las ganas de comerme una naranja (como esa) que tengo... te odio maldita foto.
Me alegro por su vuelta, besos.
Publicar un comentario